Ya se sabe que el cambio climático causado por la actividad humana podría llevar ciertos factores climatológicos más allá de su “punto de inflexión” (es decir, pequeños cambios que provocan un desplazamiento masivo en los sistemas climáticos, con consecuencias potencialmente devastadoras). Los expertos suelen estar de acuerdo en que estos puntos de inflexión son totalmente impredecibles y por lo tanto, no se podría alertar a la población para evitar mayores daños.
El enfoque parte del análisis de los datos de observación para detectar signos que indiquen que un sistema climático se está desacelerando en su respuesta a corto plazo a la variabilidad natural (traducido: lo que experimentamos normalmente como el clima). Este comportamiento característico indica que el clima se está volviendo más inestable, y esta es una característica común de los sistemas al acercarse a los umbrales críticos conocidos como “puntos de bifurcación”.
Investigaciones recientes muestran que la situación no es tan desesperada como podría parecer: se cuenta –según afirma Lenton- con las herramientas para anticipar los umbrales, lo que significa que podría dar a las sociedades un valioso tiempo para adaptarse y resguardarse.
Y si bien esto no sería una solución al problema concreto del cambio climático, sí podrías ser un paliativo importante, puesto que sin dudas muchas vidas se salvarían al poderse dar un aviso sobre imminentes catástrofes naturales como inundaciones o huracanes que cada año se cobran más víctimas.
28 de junio del 2011
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